La industria mitilicultora chilena podría definirse en dos palabras: auspiciosa y prometedora.
Con una demanda que se incrementa, sabemos que vienen buenos tiempos. Nuestros mercados poseen un gran potencial de crecimiento y la industria chilena es capaz de responder a esta demanda. De hecho, es precisamente el crecimiento sostenido que la mitilicultura nacional ha demostrado tener, lo que nos permite pensar en ampliar la oferta exportable, y concentrarnos en ser competitivos respecto a la actual y nueva competencia, para crecer en los mercados actuales y abrir nuevos.
Si bien, esta tendencia puede verse alterada por la saturación de los mercados, barreras proteccionistas de destinos tradicionales, la aparición de sustitutos para el chorito y la escasez de semillas, entre otros factores, AMICHILE ya se está adelantado a estas posibles contingencias, buscando soluciones anticipadas mediante el trabajo con el Gobierno, centros de investigación y los otros gremios vinculados a la actividad.
La mitilicultura chilena tiene reales posibilidades de posicionarse en el segundo lugar de los productores a nivel mundial, pues nuestro recurso es de excelente calidad y altamente demandado en los mercados mundiales.
Si sabemos trabajar con criterios a largo plazo, pensando en construir una industria sana y fuerte, con pequeños y medianos productores comprometidos y tecnológicamente desarrollados, siendo cuidadosos con el medio ambiente y manteniendo una excelente relación con el Estado, sin duda que las proyecciones de esta industria pueden ser inmejorables.
Fuente : www.amichile.com
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